martes, 24 de marzo de 2009

Cubo de La Galga














Aspecto general del monteverde

El Cubo de La Galga (piedra) es un barranco situado en el noreste de La Palma. Nace próximo al Pico de La Cruz, en la crestería de La Caldera de Taburiente, y desde ahí desciende hacia la costa de La Galga.

La costa es abrupta y las especies mejor representadas son el cardón (Euphorbia canariensis), la tabaiba amarga (Euphorbia lamarckii) y la retama blanca (Retama rhodorhizoides), acompañadas otras especies arbustivas, entre ellas el cornical (Periploca laevigata), el tasaigo (Rubia fruticosa) y el cerrajón (Sonchus palmensis). De las herbáceas, la más abundante es el cerrillo (Hyparrhenia hirta).

En cotas más altas la humedad es mayor y las especies que crecen son propias del bosque termófilo, adaptado a unas temperaturas parecidas a las que soporta el cardonal-tabaibal pero más exigente en agua. Las especies arbóreas más abundantes son los mocanes (Visnea mocanera), palos blancos (Picconia excelsa), los barbusanos (Apolcanariensislonias barbujana) y en el cauce algún rodal de sauces (Salix canariensis). Encaramados en los riscos viven varios marmulanos (Sideroxylon marmulano) y entre las especies de talla media predominan los granadillos (Hypericum canariensis).













Píjaras (Woodwardia radicans)
Afectado por los vientos alisios casi permanentemente el tramo medio del barranco es húmedo cálido y sombrío; con estás condiciones se desarrolla el monteverde, el ecosistema presente en el barranco con mayor biodiversidad. Tiles (Ocotea foetens), viñátigos (Persea indica) y laureles (Laurus novocanariensis) ocupan los lugares más húmedos y con suelos más profundos, generalmente cerca del cauce, mientras que fayas (Myrica faya), brezos (Erica arborea), follaos (Viburnum tinus rigidum), acebiños (Ilex canariensis), sanguinos (Rhamnus glandulosa) y gacias (Teline stenopetala) crecen en las laderas. En el sotobosque, encimba (Pericallis papyracea), reina de monte (Ixanthus viscosus), poleo de monte (Bystropogon canariensis), bicacarera (Canarina canariensis), algaritofe (Cedronella canariensis), Crambe santosii, nomeolvides (Erysimum bicolor), pata de gallo (Geranim canariense), malfurada (Hypericum grandifolium), zarza (Rubus palmensis), estrelladera (Gesnouinia arborea) y muchas más. En los paredones habitan bejeques (Aeonium palmense), paniqueso (Lobularia canariense), cardo de risco (Carlina falcata), Aichryson laxum, etc.

La píjara (Woodwardia radicans) y Diplazium caudatum son dos especies de helechos propias de las zonas más húmedas y sombrías, mientras que la batatilla (Davallia canariensis) o Asplenium hemionitis crecen en riscos relativamente secos.









Amagante o jarón (Cistus symphytifolius)
A medida que se asciende, aparece un pinar mixto con elementos del monteverde, fayas y brezos principalmente, que pasa a ser puro, acompañado de jaras (Cistus monspeliensis), amagantes o jarones (Cistus symphytifolus), etc. para luego mezclarse con vegetación de cumbre, violetas (Viola palmensis), codesos (Adenocarpus viscosus spartioides), crespas o pinillos (Plantago webbii) ...

Al igual que en muchos rincones de las islas, en el Cubo de La Galga se han producido cambios de la mano del hombre. En lo alto de la ladera sur del barranco se hizo un mirador de tamaño desproporcionado que ocupó un área bien conservada de fayal-brezal con algunos pinos. Por otra parte, la construcción de pistas facilitó la entrada de especie con carácter invasor como los haraganes (Ageratina adenophora, Ageratina riparia) o la vinca (Vinca major).

Numerosas especies de aves hacen vida en el barranco, cerca de la costa podemos encontrar curruca zarcera (Sylvia conspicillata orbitalis), mosquitero (Phylloscopus collybita canariensis), capirote (Sylvia atricapilla heineken), paloma bravía (Columba livia), cernícalo (Falco tinnunculus canariensis), halcón tagarote (Falco pelegrinoides), graja (Pyrrhocorax pyrrhocorax barbarus), etc. En cotas más altas, generalmente dentro del monteverde, paloma turqué (Columba bollii), paloma rabiche (Columba junoniae), mirlo (Turdus merula cabrerae), petirrojo (Erithacus rubecula), reyezuelo (Regulus regulus teneriffae), herrerillo (Parus caeruleus palmensis), pinzón común (Fringilla coelebs palmae). En pinar, aguililla (Buteo buteo insularum), perdiz moruna (Alectoris barbara), caminero (Anthus berthelotii) y varios de los anteriores.


Hornero, mosquitero (Phylloscopus collybita canariensis)
Los murciélagos son los únicos mamíferos nativos del barranco, el murciélago de bosque (Barbastella barbastellus) y el montañero (Hypsugo savii) son habituales, y es posible que otras especies se encuentren en la zona. Ratas (Rattus norvegicus), ratones (Mus musculus)y gatos (Felix catus ssp.), integrados de la mano del hombre y causantes de desequilibrios sobre el resto de la fauna completan este grupo.

Los invertebrados, como en todas partes, cuentan con una amplia representación. Existen especies exclusivas de la localidad.

viernes, 13 de marzo de 2009

Tabaibales

















Pollo de pardela (Calonectris diomedea borealis)

Tabaibales es el nombre que se le da a la rampa situada entre los barrancos de Mogán (al sur) y Veneguera (al norte) en Gran Canaria. La costa está marcada por los altos acantilados y el interior por los lomos y barrancos que descienden suavemente desde las medianías. En este territorio viven numerosas especies de plantas, aves, mamíferos e invertebrados.

Tanto la flora como la fauna de Tabaibales están adapatadas a condiciones climáticas marcadas por la irregularidad y torrencialidad de las precipitaciones, fuerte insolación o cambios bruscos de temperatura. Especial importancia tienen los acantilados costeros, donde nidifican especies como la pardela (Calonectris diomedea borealis), el petrel (Bulweria bulwerii) o el paíño pechialbo (Pelagodroma marina hypoleuca); además también crían o frecuentan la zona cernícalos (Falco tinnunculus canariensis), agulillas (Buteo buteo insularum), halcones tagarote (Falco pelegrinoides pelegrinoides), búhos chicos (Asio otus canariensis), lechuzas (Tyto alba alba),perdices rojas (Alectoris rufa intercedens), camineros (Anthus berthelotii berthelotii), mirlos (Turdus merula cabrerae), currucas cabecinegras (Sylvia melanocephala leucogastra), currucas tomilleras (Sylvia conspicillata orbitalis), mosquiteros (Phylloscopus collybita canariensis), vencejos unicolor (Apus unicolor), palomas bravía (Columba livia canariensis) y gaviotas patiamarillas (Larus michahellis).

















Tabaibal dulce (Euphorbia balsamifera)

Otras aves como el canario (Serinus canaria) o la tórtola turca (Streptopelia dedecaocto decaocto), que no son propias de este ecosistema, habitan aquí debido a la existencia de un vivero que genera condiciones artificiales favorables para ellas. En lo referido a mamíferos, merodean por la zona gatos cimarrones (Felix catus), ratas (Rattus norvegicus), ratones ( Mus musculus) y es posible que lo haga alguna especie de murciélago.

Los invertebrados, como en todas las islas e islotes, son el grupo mejor representado. Endemismos canarios, grancanarios y de la localidad se benefician de la rica flora.

Respecto a la vegetación, en Tabaibales hay un cardonal-tabaibal, en general bien conservado, acompañado de muchas especies arbustivas y herbáceas. Como en otras comarcas del sur grancanario el cultivo de tomates ocupó buena parte del área, pero tras el abandono de esas parcelas la vegetación potencial se ha recuperado.

Las especies dominantes son la tabaiba dulce (Euphorbia balsamifera), que ocupa casi toda la rampa, y el cardón (Euphorbia canariensis), en menor medida pero con poblaciones de individuos de gran tamaño. Acompañando a estas plantas están los balos (Plocama pendula), los veroles (Senecio kleinia neriifolia), las aulagas (Launaea arborescens), espinos (Lycium intrincatum), esparragueras (Asparagus scoparius), Allagopappus vicosissimus, leña buena (Neochamaelea pulverulenta), Artemisia ramosa, cerrillo (Hyparrhenia hyrta), panasco (Agrostis castellana), etc., y algunas hierbas anuales, varias de ellas del género Beta.
















Cardones (Euphorbia canariensis)

Hace años se construyó una carretera que va desde las cercanías al puerto de Mogán hasta el barranco de Veneguera. En torno a ella se ajardinó con especies mayoritariamente foráneas y algunas de ellas, la acacia de tres espinas o el terebinto (Schiunus terebinthifolius) por ejemplo, hoy ocupan superficies importantes en el cauce de algunos barranquillos.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Crestería de La Caldera de Taburiente

En las cumbres de La Caldera crecen un buen número de especies vegetales adaptadas a temperaturas extremas, escases de agua, suelos pobres, fuertes vientos y alta insolación.
















Roque de Los Muchachos, 1426 m.

Durante mucho tiempo, esta zona de la isla fue utilizada para pastoreo y todas estas plantas estuvieron sometidas a la presión del ganado. Todavía hoy pastan en las cumbres los arruís, un herbívoro pariente de la cabra introducido en el pasado siglo con fines cinegéticos. Por suerte, el impacto sobre la vegetación es mucho menor, y las poblaciones de las especies propias de la zona están recuperándose.















Retamón (Genista benehoavensis)

El pinar llega prácticamente hasta las máximas altitudes, pero son las especies arbustivas las que mayor diversidad presentan. De no ser por el abandono de la ganadería, varias de ellas probablemente estarían extintas.

Retamones (Genista benehoavensis), bencomias (Bencomia exstipulata), tajinastes azules (Echium gentianoides), violetas (Viola palmensis) y hierba pajonera (Descurainia gilva) únicamente viven de forma natural en las cumbres palmeras. Otras especies propias de la isla se han ido adaptando a las duras condiciones climáticas, de forma que se diferencian como subespecies, es el caso del codeso (Adenocarpus viscosus spartioides), tagasaste (Chamaecytisus palmensis calderae), gacia plateada (Teline stenopetala sericea) y tajinaste rosa (Echium wildpretii trichosiphon). Además, hay endemismos compartidos con Tenerife, Gran Canaria o el Hierro, estos son el cabezote (Cheirolophus teydis), el alhelí (Erysimum scoparium), otra hierba pajonera (Descurainia bourgeana), la hierba tonática (Nepeta teydea), la retama (Spartocytisus supranubius), la crespa o pinillo (Plantago webbii), la mazorrilla (Arrhenatherum calderae) y Cerastium sventenii.















Cedro (Juniperus cedrus)

El cedro es el árbol natural de Canarias que a más altura es capaz de crecer; al igual que las especies arbustivas ha sufrido una fuerte regresión a causa de lo provechosa que resulta su madera para el humano, a pesar de esto todavía podemos ver algunas poblaciones saludables de cedro en la crestería de Taburiente.