En la segunda imagen uno de los pocos madroños silvestres que se conocen en Gran Canaria, andenes de Tamadaba.
El madroño (Arbutus canariensis) es una especie que por diversos motivos cuenta con pocos ejemplares viviendo de modo silvestre en Canarias. Habita en El Hierro, La Palma, Tenerife, Gran Canaria y en un pasado en Fuerteventura. Sus poblaciones son de escasos indiviuos salvo en Tenerife y La Gomera donde su situación es sensiblemente mejor.
Sus frutos, comestibles, fueron un recurso alimenticio en el pasado y hoy día hay quien intenta impulsar productos derivados de él como la mermelada y el licor.
El madroño (Arbutus canariensis) es una especie que por diversos motivos cuenta con pocos ejemplares viviendo de modo silvestre en Canarias. Habita en El Hierro, La Palma, Tenerife, Gran Canaria y en un pasado en Fuerteventura. Sus poblaciones son de escasos indiviuos salvo en Tenerife y La Gomera donde su situación es sensiblemente mejor.
Sus frutos, comestibles, fueron un recurso alimenticio en el pasado y hoy día hay quien intenta impulsar productos derivados de él como la mermelada y el licor.
Madroño en el márgen del Cortijo de Samsó.
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